Si me sigues en Instagram, habrás visto en mis historias que acabo de volver a Valencia pero que en los últimos meses estuve en una isla, en Gran Canaria (al lado del desierto del Sahara para ser más exactos), viviendo en un apartamento frente al mar con una vista indescriptible, y todo gracias a mi trabajo online.
En el último post conté cómo descubrí qué hacer luego de que ya no quise volver al trabajo de oficina, porque realmente esa es la pregunta del millón: “okay, todo lindo quiero trabajar por internet pero ¿qué **** hago?”.
Hay un sinnúmero de cosas que se pueden hacer online y trabajar de ello, pero para descubrirlo mi única receta fue: aprender y probar, con humildad sin menospreciar ninguna opción. Así descubrí la enseñanza del español y me fascinó, tanto así que creé mi metodología, me certifiqué como profesora de español, lo convertí en un negocio de verdad y ahora vivo de eso enteramente, todo desde mi cuarto y ¡cualquier parte del mundo!
Inseguridades sobre lo online
Empecé dando clases en persona, siempre privadas y por mi cuenta sin academias de por medio como hasta ahora. Dar clases en persona es buenazo; sentir a la persona y tenerla cerca da mucha confianza, así que pasarlo a online me hizo pensar:
“¿y ahora cómo será el feeling?”
“¿cómo voy a poder comunicar lo mismo por medio de una pantalla?”
“la conexión con la persona será súper fría, no podré transmitir mi energía”
“¿qué hago con mis estudiantes actuales si no quieren pasarse a tener clases online?”
Pensamientos así me hicieron retrasarlo y hacerlo de a pocos, yo diría que desde que lo pensé hasta que lo hice pasó un año y medio, bastante, pero como trabajar online para tener la libertad de vivir en donde quisiera era mi objetivo, acepté ir por el camino lento hasta que pasara, lento pero seguro, sin prisa pero sin pausa.
Y de hecho, estar en un círculo de nómadas digitales me ayudó muchísimo, me motivaba mucho ver a mis amigos hacerlo y eso me hacía verlo aún más cerca y realizable.
La tecnología que necesitaba
Por el lado tecnológico fue mucho más fácil, ya existe todo para que podamos pasarnos al mundo online. Bueno, ahora lo sabemos aún más con esto de la cuarentena/pandemia que nos hizo descubrir más del mundo online, pero en ese entonces que yo empezaba también ya todo eso existía. Sólo necesitaba conexión a internet y una plataforma: tenemos Zoom, Skype, Google hangouts, inclusive Whatsapp o Facebook Messenger. Mi favorita ya saben que es Zoom (funciona genial y tiene funciones súper dinámicas).
Suficiente.
A veces creemos que tenemos que descubrir la pólvora pero todo ya está, solo hay que buscar, aprender y usarlo.
El cambio a nómada digital
Durante un tiempo alterné entre clases presenciales y online, y ahí me di cuenta de que, al menos para mí, las clases online eran súper personales y no frías como lo pensaba, podía ser yo misma y transmitir lo mismo que hacía en persona, solo ahora de una manera un poquito más limitada porque solo se ve una parte del cuerpo, pero el carisma y el lenguaje corporal no se van y lo complementan todo. Así que poco a poco rompí con ‘el miedo a la pantalla’.
Finalmente en Mayo de 2019 tomé la decisión de hacerlo realidad: todos nos movemos a online sí o sí, pero todos. Tuve que comprarme un vuelo a algún lugar para finalmente tener un motivo extra (en realidad también me estaba muriendo con el calor de Valencia) y tomar el riesgo de que algunos alumnos no continuaran lo que conllevaba a bajar mis ingresos, pero lo quise tomar.

En Julio llegué a Budapest y todo empezó.
Con ese hito me volví en una nómada digital oficialmente y no hay día que no lo disfrute 🙂
Por suerte muchos de mis estudiantes continuaron conmigo de manera remota y su apoyo fue lo más grande para poder empezar con esta nueva etapa, pero de igual forma mis ingresos bajaron drásticamente porque justo era verano y eran las vacaciones, algunos volvían a sus países por siempre, perdí clases grupales donde el ingreso por hora era mayor, entonces claro, ahí estaba enfrentando ese riesgo que veía venir.
La aventura recién empezaba
Así que desde ese momento que me convertí en 100% online también comenzó una lucha continua de conseguir clientes nuevos, mantener el negocio rentable, subir mis ingresos, y más, pero todo empezaba por clientes: las personas son (somos) muy escépticas a lo online y no quieren recibir clases por medio de una pantalla – actualmente muchos estuvieron forzados a hacerlo pero estoy hablando de antes de la pandemia cuando a muchos ni se les había cruzado por la mente tener clases online por pensamientos como «no creo que pueda aprender online», «nunca lo he hecho», «una pantalla de por medio», que es normal. Muchas respuestas de estudiantes potenciales que me contactaban eran: “ah ¿online?, no gracias yo busco en persona”. Así muchos, pero yo ya sabía que era normal y que no eran mi nicho, y continuaba.
Y en realidad eso me impulsó más a investigar, descubrir y aprender maneras de llegar a más gente para encontrar clientes que se animen a tener clases online, ahora también podía expandirme a otros países y no solo limitarme a una ciudad, así que más bien puso más interesante la cosa e hizo que me mueva un montón y no me conforme con lo que ya tenía. Con la situación actual en 2020, claro, el miedo a tener clases online ha cambiado y ahora hay mucha más demanda que cubrir y gente más abierta a apuntarse, pero antes encontrar clientes online era más difícil, o súper hiper mega más difícil.
Tanto que aún recuerdo un día tirada en mi cama en Las Palmas de Gran Canaria en Octubre 2019, casi llorando por mi situación al no ver mucho ingreso nuevo que viniese a corto plazo, preguntándome si habré hecho bien en escoger este camino, estaba perdiendo la confianza en todo. Felizmente me limpié la cara, me senté con mi laptop y mi cuaderno y me puse a buscar soluciones y a crear estrategias de contenido que me llevaron a seguir de pie ahora, recuerdo que a la semana había conseguido 2 clientes más, fue alucinante, a veces solo la falta de dinero te ilumina y te saca las mejores ideas.
Ahora con mi trabajo online
Ahora puedo decir que he conseguido la estabilidad que tanto soñaba y por la que tanto trabajé. Mi vida ahora es una aventura alucinante entre dar clases de español, intentar mantener más que satisfechos a mis clientes actuales, buscar clientes potenciales, desarrollar proyectos nuevos, y todo mientras tengo la opción de vivir en diferentes lugares del mundo.

Y gracias a todo esto, hasta el momento he podido trabajar desde Budapest, Barcelona, Valencia, Lima (mi tierra querida #lloro), Islas Canarias, Jávea, todo sin pedirle permiso a nadie ni afectar la calidad del servicio porque realmente apenas llego a otro lugar todo se mantiene con normalidad, y algo también alucinante: conociendo a otros nómadas de todo el mundo.
Así que recuerda que tú también puedes lograrlo, mi lema: todo ya existe, solo hay que buscar.
Y si lo que algunos se preguntan ahora es: “¿de verdad se puede vivir de dar clases de español?” (o mejor dicho; “divirdidsipidivivirdidirclisisdispiñil”)
Sí, de hecho se puede vivir de todo lo que se te ocurra. Como mencioné antes, hay muchísimos trabajos online desde casa, o inclusive offline si es lo que prefieres, pero lo lograrás siempre y cuando:
– Te vayas de donde no eres feliz
– No esperes a estar lista/o al 100% para empezar
– No te rindas así el camino sea lento y difícil
– Y sobre todo: No te importe el qué dirán
¿Qué te parece? ¿Vamos a comernos el mundo trabajando en algo nuevo? ¡Hay que reinventarnos!
(¡Gracias por leer! Si quieres puedes dejarme algo en un comentario y/o compartirlo con alguien que pueda inspirarse un poco :))
Jime
27 Jul 2020Lo máximo mi Romi!! Me gustaron los tips en bullet points! Chambear, generar estrategias y sobre todo disfrutarlo!!!
Romina
27 Jul 2020¡Gracias por leer, Jime! Qué lindo que te gustó, y sí hay que disfrutar al máximo 🙂
Vicky
4 Ago 2020Muy bueno!! Soy de Buenos Aires, Argentina, igual dejé un trabajo corporativo y estoy tratando de buscarle la vuelta a trabajar online. Estoy en el exterior hace ya un año y siento que muchos miedos como «perder» todo lo que tenía eran sólo fantasmas, ahora resulta que conozco más gente, gané amigos y perspectivas y me escribo casi a diario con familia y amigos 🙂 Así que viene bien de momento este animarse y me encanta ver que a otros igual les sienta así, que sigan los éxitos!!
(me sirvió mucho este comentario: «No esperes a estar lista/o al 100% para empezar», gracias!!)
Romina
4 Ago 2020¡Hola Vicky! Gracias por leer, me alegra que te hayan gustado los consejos ? Qué bueno que hayas sido valiente en renunciar e irte, ¡lo mejor que has podido hacer! Y los amigos y familia siempre estarán. Mucha suerte, de seguro que probando y aprendiendo vas a encontrar algo para trabajar online. Lánzate ¡ya me vas contando!
Sara
9 Ago 2020Admiro mucho todo por lo que has pasado y en situaciones similares también me he encontrado espero encontrar pronto una respuesta. Gracias por ser como eres y ayudas muchos con tu experiencia tan positiva para todo lector amigo.
Éxitos y bendiciones!
Romina
12 Ago 2020¡Muchas gracias por tus palabras, Sara! Me alegro de que te haya gustado y te pueda motivar a hacer un cambio. Mucha suerte 🙂
Andrea
23 Oct 2020Qué lindo Romina! Dónde te certificaste para enseñar el español? 🙂
Romina
25 Oct 2020¡Gracias por leer, Andrea! Me certifiqué en International House de Valencia, pero tienen también tienen el curso online. ¿Te estás animando a enseñar español? Si tienes alguna pregunta me escribes sin problemas 🙂 Un abrazo