Después de que mi año sabático terminó, en agosto 2017, sucedió algo increíble y me reinventé sin haberlo planeado. Al principio, lo único que se me ocurría hacer era postular a empresas para volver a trabajar en lo que había estado haciendo por 7 años: de ingeniera industrial gestionando proyectos, algo que amaba pero sentía ya las ganas de un cambio, pero a ver ¿cómo se me iba a ocurrir hacer algo nuevo y diferente? Ofensa a la humanidad, al sistema corporativo y sobre todo a algunos reclutadores de RRHH que bien claro ponen ‘experiencia mínima de 5 años en puestos idénticos similares’, no les den la contra, porfa.
Desde Valencia, comencé a enviar CVs como loca a diferentes empresas en España, ahora sí tenía presión ya que los ahorros eran negativos. Tuve un par de entrevistas por Skype luego de las que solo me sentía horrible porque no quería volver a la vida de oficina de la que ya me había rebelado (el trabajo en sí me hacía feliz, en serio, el problema era el ambiente en el que tenía que trabajar).
De la nada una tarde de ese mismo agosto algo locazo pasó, estaba arreglando mi CV versión # 92 para enviarlo a alguna empresa y me distraje un rato en Facebook, vi un post de un grupo random y alguien preguntaba: ¿Alguien da clases de español en tal barrio de Valencia? Casualmente, yo por unas semanas me estaba quedando en ese barrio. Pasé el post diciendo: «ah qué loco, yo vivo ahí», mientras bajaba las noticias una vocecita pasó por mi cabeza: “tú vives ahí, sabes español y no te vendría mal el dinero para ir aunque sea al supermercado ¿no lo piensas hacer?”. Bueno, esa voz en realidad me gritaba, no tengo idea de cómo pasó pero le escribí al chico del post diciendo: «Hola, yo doy clases de español y vivo en el mismo barrio, estas son mis tarifas ¿empezamos mañana?».
- En 15 minutos revisé rápido en páginas de clases, los precios y me puse el precio más bajo
- Y sí, no me puse nada de holgura para prepararme mentalmente, podía empezar al día siguiente
- La vida de ingeniera me había enseñado a aprender cosas en un minuto y ejecutarlas sin miedo, todo es actitud y experiencia. Tenía las dos (creo).
Para la primera clase me pasé una tarde analizando el español desde mi propia perspectiva y creé una manera de explicar dos temas básicos, dije: ¿Cómo me gustaría que me enseñen a mí? ¿Cómo hablo yo? Y lo puse todo en fórmulas, bloques y formatos. Definitivamente, ser ingeniera había hecho que mi cerebro sea demasiado rápido, flexible y dinámico para crear metodologías y sean fáciles de entender, sino en el trabajo nadie me hacía caso, había aprendido a pensar primero en las personas antes de desarrollar algo nuevo, y no al revés.
Bueno, mi alumno “caso cero” al final de la primera clase: “nunca había entendido este tema hasta hoy”, segunda clase “qué increíble, yo sin entender nada cuando iba a la academia”, tercera clase “gracias, ahora veo que es tan fácil y divertido”, y así sucesivamente, y yo alucinando, feliz de verlo disfrutar e ir aprendiendo tanto de él también, pero sobre todo yo alucinando.
Cada vez iba mejorando la enseñanza y me volví adicta a crear más temas, hablaba con alguien y yo solo pensaba “¿qué tipo de construcción verbal es esta?”, y la anotaba y sacaba el patrón, regla, truco, locazo. Me comencé a promocionar en grupos cada que podía. Al principio lo tomé como algo fugazmente “temporal” hasta que consiguiera trabajo, pero en septiembre (al mes siguiente) tuve mis siguientes 2 clientes y sentí que algo funcionaba, ahí decidí dejar de postular a trabajos, en noviembre ya estaba 100% booked (sin espacio en la agenda), no entendía.
Me volví absolutamente adicta a desarrollar mi metodología y enseñarla, comencé a capacitarme lo máximo posible con todo el material que ya había en internet, estaba creando algo diferente y sentía que estaba llenando una demanda insatisfecha en el mercado, que lo mío era único y que no tenía por qué pararlo, ¿por qué pararlo? porque ¿estaba siendo profesora y no es tan cool?, porque ¿así no se gana el sueldo de una empresa multinacional?, porque ¿no había estudiado la carrera de 5 años para hacer eso?, porque ¿era un trabajo humilde?, porque ¿estaba empezando desde cero a los 30 años? Imagínense si me dejaba llevar por todos esos pensamientos con 0% de neuronas, dirigidos y auspiciados por el famoso «qué dirán».
Por los siguientes meses me recorrí todo Valencia encontrándome con clientes, con cada uno aprendía tanto y le iba aumentando cosas a mi enseñanza, iba mejorando mis procesos, mis formatos, el material, la ejecución, optimizando recorridos, incluso cambiando poco a poco el precio. Además, después de unos meses encontré un curso buenazo y me certifiqué como profesora de español.
Haber actuado rápido, arriesgándome y haciendo las cosas lo mejor que podía, con corazón, me llevó a:
- Descubrir una nueva pasión
- Reinventarme en algo nuevo usando habilidades que ya tenía
- Crear una metodología propia y nueva
- Hacer de ello un negocio
- Tener el orgullo de ayudar a personas a comunicarse con otras en mi idioma nativo
- Acumular casi 100 estudiantes en mi recorrido, fieles a mi enseñanza
- Aprender cosas nuevas cada día con cada ser humano que enseño
Y no puedo dejar de mencionarlo, no lo hubiera logrado sin el ingrediente clave: LA HUMILDAD, que es tan difícil de usar.
Si hubiera pensado en que porque venía de ser jefa en empresas multinacionales, de manejar equipos de trabajo y de tener un sueldo más que bueno, me merecía algo “del mismo nivel o mejor”, me hubiera quedado donde estaba, estancada en un sistema que ya no me hacía feliz (ojo, ‘ya no’).
No hay día que no me levante y diga: “Romina, eres una loca por haber hecho tanto, en serio”. Y sí, me hago barra sola, si no soy mi mejor aliada esto no funciona.
Hasta este punto todo mi trabajo era presencial, claro, nada de online. Posteriormente se dio el siguiente paso y lo contaré en otro post, pero aquí con esta historia empezó todo, descubrí algo digitalizable y que me llenaba el alma.
Así que a reinventarnos, señores, que la vida no se hizo para seguir haciendo cosas que ya tuvieron su momento y encanto, evolucionemos. Y tú ¿te reinventarás con o sin miedo? Las dos valen.
(¡Gracias por leer, gente! Si les gustó pueden dejarme un comentario)
Erika
27 Abr 2020Y no olvides que con tus posts también nos enseñas a reinventarnos a los que estamos en ese proceso de cambio. ¡Gracias Romi!
Romina
27 Abr 2020¡Gracias, Erikilla linda! Toda la suerte del mundo en este proceso, todo se puede. Un beso 🙂
Patricia
28 Abr 2020He leído ya dos veces tu artículo me gustaría leer el siguiente pos y realmente saber que haces?. Un saludo y fuerte abrazo, que estés bien.
Romina
28 Abr 2020¡Gracias por leer, Patricia! Me voy a apurar en escribir más, iré actualizando más en mi Facebook e Instagram para que no te lo pierdas. Un saludo y fuerte abrazo también 🙂
Jime
2 May 2020Me encantó!!! Soy tu fan!! Que lindo escribes!!! Romi siempre positiva, el lado humano desarrollado y capaza!!! ?
Romina
25 Jul 2020¡Gracias Jime! Qué linda, gracias por tus palabras y por leerme ❤️
Adriana
12 Ago 2020Perdón ,una preguntonta. Clases de español a un español o a un extranjero… No entendi
Romina
12 Ago 2020¡Hola Adriana! Español para extranjeros 🙂