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Amiga, amigo, lo siento pero no es suficiente con pensarlo, con sufrir, con odiar, con quejarte ni con jurar todos los días que “ya vas a renunciar”.

Tienes que hacerlo.

Yo siempre fui la más miedosa a renunciar y hasta lo veía mal, veía a amigos que lo hacían cuando se les daba la gana y yo con mi mentalidad súper corta pensaba: ‘mira cómo se mueve de trabajo, en su CV va a aparecer que solo cambia de trabajo como de calzón súper rápido, va a ser difícil que los vean con compromiso, no los van a tomar en serio en los procesos”. Bueno, a veces lo mejor que sabemos hacer es juzgar y a mí me pasaba.

Ahora admiro a esa gente, así debe ser la vida, renunciar en el momento y cortar de raíz para seguir adelante, sino se hace una bola de nieve de amor-odio con tu vida y trabajo.

¡Cuánto miedo le tenemos a renunciar!

“Pero necesito otro trabajo seguro antes de renunciar”

“Necesito más dinero”

“Tengo deudas”

“Tengo familia”

“Pero estoy cómodo ahora”

Siempre escucho estas excusas razones por las que la gente no renuncia pero a la vez quiere un futuro más feliz. Yo sé que no es fácil, pero si es lo que quieres, tienes que acordarte de que existe el:

  • Ahorrar
  • Gastar menos
  • Dejar de gastar en tonterías
  • Salir menos
  • Vivir en un lugar más pequeño
  • Vender cosas
  • Adoptar una vida más simple 
  • Tomar té
  • no sé ¡sé creativo!

Siempre hay una manera, siempre. Obviamente es difícil y eso hace que nos escondamos detrás del miedo y justifiquemos el no hacerlo. También, hay mucha gente que me cuenta ideas y planes que quisieran hacer y desarrollar pero que el trabajo se los impide, ideas y planes que me parecen alucinantes y hasta me dan ganas de unirme a ellos, pero a la vez me dicen: 

“Estoy trabajando en esa idea y renunciaré cuando esté encaminada ya generando dinero”

“Esperaré a fin de año” (¿a fin del 2050?)

“Cuando por fin renuncie, haré eso”

“Pero ese es mi hobby, no podría vivir de eso, mientras tanto trabajo nomás”

“Lo haré después”

Pero ¿en qué momento te vas a inspirar y desarrollar esa idea de la manera adecuada si sigues yendo a esa toxic oficina que te amarga la vida día a día?

¿En qué momento tu cerebro le va a dar tiempo a eso si sigues peleándote con el mundo porque tu jefe, tu cliente, tus coworkers, el horario, el tráfico, la bandeja de entrada, los deadlines, las metas, los pedidos de último minuto, la nueva tarea que te dieron sin aumentarte el sueldo, te están dejando en la locura total? Si puedes hacer las dos cosas al mismo tiempo, es decir, trabajar y desarrollar tu propia idea, tu sueño, ¡increíble!, soy tu fan, pero si la falta de tiempo es tu problema, estamos mal y hay que hacer algo.

Y muy difícil que los fines de semana vayas a hacer algo al respecto porque son los días que puedes relajarte sino el cerebro te puede explotar, y lo más triste es que en un abrir y cerrar de ojos ya es lunes #losiento.

Prioriza lo que te hace o haría feliz. Busca la manera de conseguirlo, planifícalo y hazlo.

Necesitamos buscar la manera de crear el espacio y momento para inspirarnos, es nuestro futuro en juego. Así que hay que salir por completo del lugar donde no quieres estar y, de paso, alejarte de gente que te bloquea.

Pero eso sí, hazlo bien, renuncia bien, vete bien. Renunciando en persona, con el tiempo necesario y dejando todo en orden. Ya saben que el mundo da vueltas.

¿Y qué hacemos con el qué dirán? ¡El cuco de nuestra sociedad! Bueno la gente siempre, siempre, va a hablar, así que el qué dirán nos lo tendremos que meter a la boca y nos lo tragamos, depende de ti si te afecta o no. Preocúpate por la gente importante, habla con ellos, cuéntales y que te entiendan. Si lo intentaste todo y no te entienden ni apoyan, pues felizmente es tu vida y tú decides, tienes que renunciar.

Si no sientes que debas hacerlo, no lo hagas, pero si sí lo sientes y lo quieres todos los días, tal vez pregúntale a tu ‘yo’ del futuro’ qué deberías hacer. A veces para empezar de nuevo hay que renunciar y empezar desde cero, y sentir esa adrenalina combinada con miedo de no saber lo que se viene pero sabiendo que no te quedaste brazos cruzados viendo cómo la vida se te iba.

El otro día leí algo bien lindo:

“Todos tenemos dos vidas, la segunda empieza cuando nos damos cuenta de que solo tenemos una”.

Lo escribió Confucio, ¡un genio! (sí, el chino japonés de lo más antiwuoh).

¿Qué fuerte no? Solo tenemos una oportunidad para hacer lo que queremos y es esta vida, ahora. ¿Y qué pasa si la cagamos? (perdón a todos los santos puritanos por esta palabra) ¡Seguimos pues! No estoy diciendo que todo será perfecto ni que renuncies y te vayas a dormir en tus laureles a perder el tiempo, es renunciar para tomar acción y ponerte las pilas para buscar lo que quieres, probando, pensando, perdiéndote, buscando ayuda, investigando, planificando, ejecutando, equivocándote. Como ya sabes ‘el que no arriesga no gana’, y es así.

Yo no me considero la reina de la renuncia porque, como ya escribí, siempre fui malísima en eso, pero al fin y al cabo con miedo, tembladera, cuasi desmayo y todo; lo hice 2 veces, todo con un plan se logra. Así que les contaré en el siguiente post la historia de cómo fueron mis renuncias y cómo hice para no morir en el intento.

A todos los que tienen miedo a renunciar, deberían tener más miedo a seguir perdiendo sus mejores años creando historias que no estarán felices de contar en unos años.

Y si hay algún o alguna valiente leyendo esto que ya renunció y mandó al diablo todo por seguir sus sueños ¿qué tips tienen para los que todavía no lo hacen y por dónde van sus planes? ¡Cuenten! ¡Necesitamos más historias!

(¡Gracias gracias por leer de nuevo! Si tienen algo que contar o si les gustó pueden dejar un comentario 😀 y, como ya saben, hay chisme para rato).

Esta entrada tiene 4 comentarios

  1. Amé lo de las “dos vidas”, motivador post Romina, a veces necesitamos un empujón o una patada en el ? para ir a ser feliz.

    Consejos de esta “valiente”:
    – Antes de renunciar si no lo tienes, desarrolla un skill primero. Necesitarás muchas horas para hacerte experto, pero podrás hacerlo manteniéndote en tu trabajo y así la probabilidad de fracasar disminuye.
    – Haz un plan y lánzate a la aventura de ser feliz. Empieza pequeño, simplifica todo, tendrás que hacerlo todo o casi todo tú mism@, si no puedes hacer una gran inversión. Solo escoge un modelo de negocio que sea escalable.
    – Contempla la idea del fracaso pero no dejes que te paralice, el conocimiento te quita el miedo. La primera vez que emprendes lo haces desde la voluntad, pero la segunda desde la experiencia.
    – Vas a querer hacer mil cosas y te faltarán horas en el día, pero hacer un poco todos los días al final logra una gran montaña y en la cima está el éxito. Paciencia!!!
    – Preocuparse crea la ilusión de resolver los problemas, pero no lo hace. Así que no te preocupes demasiado, tan solo actúa.

  2. Amiga linda ¡gracias por leer! Qué sabias palabras las tuyas, las voy a compartir. Eres una valiente top haciendo cosas alucinantes por haber tenido el valor de irte (L)

  3. Mis consejos:

    -calcular bien sus gastos mensuales y tener ahorros para cubrir 1 año de estos gastos mensuales
    para ir tranquilo

    -intentar tener otros ingresos que su profesión principal (sea a través de una actividad segundaria o de la inversión de su dinero)

    -empezar mientras sigue trabajando, seguro que ya se puede avanzar más de lo que uno piensa en su nuevo proyecto mientras trabaja en otra cosa. Así uno está más tranquilo financieramente y mentalmente: es más fácil salir de su zona de confort poco a poco que de un día para otro

    1. ¡Otro valiente in the house! Qué buenos consejos, Manu. Muy cierto, si uno se lo propone puede lograr avanzar con su proyecto mientras se trabaja, gracias por compartirlos 🙂

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